Esta Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena (CRCC) en aras de mejorar las propuestas de los proyectos de los planes hidrológicos de las demarcaciones hidrográficas del Segura y del Tajo ha presentado las correspondientes alegaciones, dado que estas propuestas de planes hidrológicos no resuelven los problemas del déficit de la Cuenca del Segura, ni la problemática medioambiental del Mar Menor.
Destaca la insuficiencia de estos planes para garantizar la seguridad hídrica en la demarcación del Segura. No cumpliendo con el art. 19 de la Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética que establece que la planificación hidrológica tendrá como objetivos “conseguir la seguridad hídrica para las personas, para la protección de la biodiversidad y para las actividades socioeconómicas, …..”. Con la actual propuesta del proyecto de Plan Hidrológico del Tajo se producirá una reducción anual de un 50% de los recursos trasvasados a la Cuenca del Segura, con lo que se agravará gravemente la inseguridad hídrica de nuestro regadío. Esta reducción prevista de los trasvases es debida a que los valores de caudales ecológicos en el tramo Bolarque-Talavera indicados en la propuesta del Plan Hidrológico del Tajo son muy superiores a los necesarios. Tal como demuestran los rigurosos estudios elaborados por el Catedrático Luis Garrote de la Universidad Politécnica de Madrid y el biólogo Dr. Fernando José Mariño. De acuerdo a las conclusiones de estos trabajos no existen motivos para incrementar los valores de caudales mínimos que se aplican actualmente en el citado tramo, dado que son superiores a los valores obtenidos con los métodos de simulación de hábitat, que son los establecidos por la Instrucción de Planificación Hidrológica para las masas de agua muy alteradas hidrológicamente.
La estrategia del plan del Segura para garantizar las demandas es suplir la disminución de recursos con agua desalada. Pero la desalación no soluciona la situación deficitaria, tal como reconoce el propio plan, porque el análisis económico que realiza demuestra su falta de viabilidad económica, dando por hecho que la sustitución de las aguas del Trasvase por desaladas determinará la pérdida de superficies de riego por falta de capacidad de pago de los titulares. La pérdida de empleos estimada en el plan del Segura es de 11.183 puestos de trabajo. Estas estimaciones se hacen con un precio del agua desalada muy inferior al coste actual, dado que no tienen en cuenta el gran incremento de la energía que se ha producido. Por ello, estos valores de pérdidas de superficie, de producción y de empleos son muy inferiores a lo que realmente se verían afectados. Este daño se podría amortiguar si el Gobierno no ignorara el mandato de la Ley 1/2018, según la cual el coste de agua desalada ha de ser de 0,3 €/m3. Las aguas procedentes de la desalación, que llevan utilizándose años en la región, son un complemento ya imprescindible al Trasvase, pero a fecha de hoy no son una alternativa viable para contrarrestar sus injustificados recortes.
La CRCC tiene el máximo interés en poner de manifiesto su firme compromiso con la protección del acuífero y con el Mar Menor. Este singular ecosistema es muy querido por los regantes de esta Comunidad, pues se considera un patrimonio propio de la colectividad que la sustenta. Las buenas prácticas agrarias son fundamentales para su protección medioambiental.
Entre las actuaciones que está realizando la CRCC a este respecto destacan el seguimiento y vigilancia ambiental de unos 150 pozos; su participación como socio en el Proyecto Europeo Interreg Sudoe AQUIFER, junto al IGME, en la monitorización y modelización en tiempo real del acuífero cuaternario; el convenio de colaboración con la UPCT para el desarrollo de las “actividades de innovación y divulgación relacionadas con la implantación de una fertirrigación sostenible en la superficie regable del Campo de Cartagena”; su participando en la ejecución del proyecto de la CARM para la Implantación de Tecnologías de Agricultura de Precisión y Control del Acuífero en la CRCC, con la instalación de unas 1000 sondas; y desde su página web está realizando recomendaciones de riego. Para mejorar el control del cumplimiento de la normativa vigente, propone que se publique en la página web de la Confederación Hidrográfica del Segura, con acceso público, un visor donde se muestren las parcelas que son regables en la Cuenca del Segura, similar al que dispone la CRCC.
No se puede aceptar la supresión de determinadas actuaciones prioritarias que resultan imprescindibles y urgentes para la sostenibilidad del regadío del Campo de Cartagena y la protección medioambiental del Mar Menor, como la ampliación de la desalobradora del Mojón y el Proyecto del colector de Vertido Cero al Mar Menor Norte. Se debe señalar que si se hubieran ejecutado las medidas previstas hace décadas, como las del primer ciclo de planificación (2009-2015), la situación del Mar Menor sería otra.
Para finalizar resaltar que una actuación pública eficiente y responsable no debe propiciar conflictos o enfrentamientos sociales. Así, ha de explicarse a la opinión pública que agricultura y medio ambiente son compatibles. Todos los usos del agua, incluido por supuesto el agrícola, deben ser sostenibles. Para ello la CRCC ha colaborado con las Administraciones, y continuará colaborando en la medida de sus competencias.
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