C.R.C.C

La Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena quiere mostrar su malestar y preocupación por la pretensión del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de modificar las actuales reglas de explotación del Trasvase Tajo-Segura. Por ello,  dentro del periodo de exposición pública que finaliza hoy (20/11/2020) ha presentado alegaciones oponiéndose al cambio de las reglas de juego del Trasvase.

Esta reforma carece de cualquier tipo de lógica y oportunidad,  generando más incertidumbre,  habida cuenta que se pretende modificar una regla después de tan solo 6 años de su entrada en vigor,  con idea de volver a modificarla en un corto periodo de tiempo. No está justificada esta urgencia de reformar las reglas de explotación,  salvo que sea por el único interés de volver a recortar el Trasvase Tajo-Segura. Tal como reconoce ese Ministerio en la página 2 del informe elaborado por el CEDEX de fecha junio 2020: “Desde ese punto de vista,  el momento indicado para la actualización completa de la regla sería el de la entrada en vigor del nuevo plan hidrológico del Tajo”.

Existe una falta de transparencia total, dado que los usuarios,  que según el Ministerio serían los grandes beneficiados,  están totalmente en contra de la modificación de estas reglas. No está claro,  ni se comprende cuáles son esas razones de URGENCIA y los OBJETIVOS que impulsan la reforma pretendida de las reglas de explotación,  ni el alcance y pretensión de la modificación de estas reglas. La gran incertidumbre que sufren en la actualidad los regadíos del Trasvase es debida principalmente a las decisiones políticas del Ministerio,  que no tienen en cuenta las recomendaciones técnicas de la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura de los volúmenes mensuales a trasvasar.

Desde el plano estrictamente jurídico la modificación sería nula de pleno derecho por ser en este momento arbitraria. Además,  va en contra de los principios de seguridad jurídica,  confianza legítima,  eficacia y eficiencia,  necesidad,  y no resulta racional ni razonable,  por cuanto que,  no se basa en los datos reales que deberá ofrecer la nueva planificación hidrológica en el próximo año.

Desde un punto de vista técnico la nueva norma resulta ineficaz,  dado que no logra proporcionar más recursos. Sino todo lo contrario,  va a provocar una reducción de los volúmenes trasvasables en los años considerados como muy buenos de hasta un 32 % para el regadío,  dado que en nivel 2 se pretende disminuir el volumen mensual trasvasable de 38 a 27 hm3, y se reduce el porcentaje que le corresponde a los regadíos frente al que se otorga a los abastecimientos. Además,  se incrementarán las pérdidas anuales por evaporación del agua almacenada en los embalses de la Cabecera del Tajo en 13 hm3,  volumen que será recortado del Trasvase Tajo-Segura. Todo ello agravará el déficit hídrico de la Cuenca del Segura.

Dada la importancia del Trasvase en el levante español,  antes de tomar cualquier decisión se debe cuantificar el impacto medioambiental,  social y económico que va a provocar una reducción de los volúmenes trasvasables a la cuenca receptora. Por tanto,  no se entiende que sin tener en cuenta estos factores,  se quiera modificar la normativa actual.

Si realmente se quiere garantizar la regularidad del Trasvase y eliminar su incertidumbre existen soluciones. En primer lugar,  la aprobación de los trasvases debe depender exclusivamente de decisiones técnicas;  y además el Ministerio tiene en el cajón un estudio técnico elaborado por la ingeniería SER y promovido por el SCRATS,  que demuestra que es totalmente viable desde un punto de vista medioambiental la derivación de más de 500 hm3 desde el Duero Medio o el Ebro Medio a la Cabecera del Tajo,  con lo que se podría solucionar de manera definitiva el déficit de todo el regadío de la Cuenca del Segura.

Alegaciones de la CRCC a la modificación de las reglas del Trasvase

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